Lost in Translation (Reseña)


Título: Lost in Translation
Directora: Sofia Coppola
Año: 2003
País: EEUU pero Japón.
Género: Murakami hecho cine.
Duración: 105 min.

Oj, qué peliculón. Dije hace mucho que iba a escribir de ella pero claro, entre que me he adaptado al inicio del curso y demás se me ha ido el santo al cielo. Da igual, el caso es que aquí está esta entrada sobre mi película favorita de la década del 2000, título reñido, pues esta película es del mismo año que Oldboy (2003), de Park Chan-Wook.
Mi otro problema para escribir este texto acaba de repetirse: cada vez que empiezo y me pongo la película, acabo viéndola y me olvido de escribir. ¿De qué va Lost in Translation?

La película cuenta la película de Roger Harris (Bill Murray), un actor estadounidense que es contratado para rodar un anuncio en 日本 para promocionar el whisky de サントリー株式会社. ¿Qué le pasa? Que él tampoco entiende esos ideogramas, por qué al final de las preguntas dicen "¿...ka?", ni muchas otras cosas.

Lo mismo le pasa a Charlotte (Scarlett Johansson), licenciada en filosofía sin trabajo que está en 東京 para acompañar a su marido, un fotógrafo famoso...que no le hace ni caso, y la chiquilla se nos muere del asco metida en el hotel. Ambos se alojan en el mismo sitio, ambos se aburren y acaban conociéndose en el bar. El resto solo puedo describirlo con una palabra: Murakami.
Hablan como escribe Murakami, piensan igual y el amor / odio por Japón es el mismo, solo que adaptado al lenguaje cinematográfico con una calidez y una delicadeza increíbles.

Sobre todo me gustaría recalcar eso, tal vez sea una opinión muy subjetiva (por supuesto que el 100% de este blog es subjetivo, hasta la fuente de la letra es mi elección) pero es la película reciente que mejor refleja lo que es el cine. Me faltan muchos huecos en medio, pero creo que desde  la época de Metrópolis (1927), de Fritz Lang hasta la de 12 hombres sin piedad (1957) se tenía un concepto de lo que tenia que transmitir el cine. Ese concepto cambió; ni para bien, ni para mal, simplemente cambió y, desde mi punto de vista, se ha recuperado en películas como Lost in Translation, que es todo un gustazo de ver.

Si tengo que criticar algo es que los secundarios son un poco efímeros para lo que suele ser el estilo de narración que adopta la historia, pero hay que destacar el papel de la amiga del marido de Charlotte, la actriz (la que viaja como Evelyn Waugh) asquerosa como ella sola que un minuto dice que no es anoréxica para al segundo siguiente recomendar a la mesa un limpiador intestinal.

He escogido este cartel para encabezar la entrada (además de porque Scarlett Johansson viste mucho más que el otro, el de Bill Murray con cara de hastío) por el pequeño texto promocional que se lee en la parte superior: "Everyone wants to be found" ("Todo el mundo quiere que le encuentren", que así amortizo la matrícula de la carrera). Esa es la explicación de lo que se ha Perdido en la Traducción. Hay una escena en concreto en que se hace un chiste respecto a la traducción bastante célebre, el rodaje del anuncio del whisky Suntory, pero mi escena favorita de ese tipo es la del masaje, no digo más.

La peli es tierna, es cálida, es amor cinematográfico puro y tiene una escena final sublime. Solo advierto sobre una cosa: No intentéis saber qué dice Bill Murray, sobre todo si veis la película en su versión doblada veréis que dice algo concreto, pero no es así, lo que dice se pierde, como estamos todos perdidos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los hermanos Karamázov - El Gran Inquisidor

After Dark (Reseña)

Misión: Imposible Protocolo Fantasma (Reseña)