El Hobbit: Un viaje inesperado (Reseña)



Título: El Hobbit: Un viaje inesperado (The Hobbit: An Unexpected Journey)
Año: 2012
Director: Peter Jackson
Estudio: New Line Cinema
Género: Acción, aventuras.
Países: Reino Unido, Nueva Zelanda, Estados Unidos.
Duración: 169 minutos

La aventura sigue el viaje del protagonista Bilbo Bolsón, que se embarca en la recuperación del tesoro y del reino enano de Erebor arrebatados por el terrible dragón Smaug. Alcanzado de repente por el mago Gandalf el Gris, Bilbo se encuentra acompañado de trece enanos dirigidos por el legendario guerrero Thorin Escudo de roble. Su viaje les hace adentrarse en el bosque cruzando tierras peligrosas, donde se encontrarán con trasgos, orcos, wargos salvajes y hechiceros. Aunque su objetivo era la Montaña Solitaria de Oriente, primero tuvieron que escapar de los túneles de los trasgos, donde Bilbo se encuentra con la criatura que cambiará su vida para siempre: Gollum. Aquí, a solas con Gollum a la orilla de un lago subterráneo, el sencillo Bilbo Bolsón no solamente descubre, y se sorprende, de lo astuto y valiente que puede llegar a ser, sino que se hace con el “tesoro” de Gollum, un anillo que posee cualidades muy útiles: Se trata de un sencillo anillo de oro ligado al destino de la Tierra Media hasta un punto que Bilbo ni si quiera puede imaginar

Por fin, tras muchos años, muchas noticias y muchos tira y afloja llega la adaptación cinematográfica del libro que supuso el comienzo del universo de la Tierra Media que posteriormente se haría tan célebre con El Señor de los Anillos. La película ha venido acompañada de polémica: los fans se preguntan si en un libro de algo más de 300 páginas hay material para las tres partes en que el señor Peter Jackson ha decidido cortar la película y el estreno del formato 3D 48 frames por segundo ha sido recibido de manera muy fría.
Yo tengo que dividir esta reseña en dos partes: la principal, completamente objetiva y un comentario final a nivel muy subjetivo (más de lo que ya es de por sí una reseña, claro).

La película es espectacular a nivel técnico e interpretativo. Por desgracia, o quizás no, no la he visto en 3D o  en una proyección a 48 infames frames por segundo (como apunte aparte: una película normal se proyecta a 24 frames por segundo, es decir, en un segundo por la pantalla aparecen 24 fotogramas, mientras que para El Hobbit se ha estrenado el formato en 3D y 48 fps), simplemente porque me parece una pasada tener que pagar 12€ largos por entrar al cine. Tampoco puedo pasar por alto que si entras a ver esta película, no hace falta que entres muy pegado de hora: 23 minutos de anuncios que nos hemos tragado, y es la tónica general según he podido leer en Twitter, y solo uno de ellos ha sido un tráiler, el de Django Unchained (Que en menos de dos semanas reseñaremos en este blog). Muy, muy mal por 8,90€ la entrada...

Pero esto son detalles externos a la cinta en sí. La primera escena ya se encarga de devolvernos a lo que mejor hace Peter Jackson en estas películas y que también será un recurso muy importante en ésta: ambientar un paisaje para que el espectador se recree en la belleza del mundo que han construido a base de retales del real al tiempo que nos da una idea de la magnitud de la Tierra Media y de lo épico del viaje. Y los detalles, claro. Los detalles son el elemento más encantador de la película a la vez que su perdición para un público que sea muy aficionado tanto a las obras literarias como al resto de la saga cinematográfica. Aunque pueden verse muchos guiños, sobre todo a La Comunidad del Anillo, la primera entrega de la saga, no hay tantas referencias a obras externas también ambientadas en el universo (Me refiero sobre todo a 'El Silmarilión' o la Historia de la Tierra Media) como se anunciaron. Vaya, que Christopher Lee sale muy poco el hombre y de forma deslucida, cuando él solito podría llenar la pantalla en una escena, aunque fuera bebiendo té. 

Pero también se ha insistido mucho desde la promoción en que El Hobbit es un cuento para niños, lo que tendría que repercutir de forma directa en el tono. Para mí, este es el gran fallo que tiene Un viaje inesperado: no se encuentra cómoda en ningún registro. En ciertos momentos, acierta al elegir formas narrativas más 'de cuento', por expresarlo de algún modo (mi escena favorita de la película es la del Bosque Verde); pero en otros, sobre todo porque son situaciones más violentas, se balancea entre una mezcla de violencia y 'Oye, Peter, que esta peli tiene que ser +7 que si no no viene ni Dios al cine' que provocan varios comentarios a la salida. Tampoco ayudan ciertos fallos o poco pulido en el montaje que, de nuevo, te sacan de la película y te dejan preguntándote qué ha pasado (Hablo de alguna persecución con un Raccord discutible, por ejemplo).

Entonces, fallos en la edición, no consigue encontrar el tono adecuado, no se aprovecha del universo en que está desarrollado...¿Qué tiene de bueno la película? Absolutamente todo lo demás. Diseños de arte, sobre todo de decorados y atrezzo, ropa, maquillaje, FX, iluminación, fotografía...todo es espectacular y sobrecogedor en ocasiones. Lo mismo puede decirse de la banda sonora y su pegadizo tema principal 'Far Over the Misty Mountains Cold', basado en una canción escrita por Tolkien dentro de El Hobbit.
Para hablar de la dirección no hay más que remitirse a la escena, bastante al principio de la peli de los platos o las peleas, cuya coreografización ha mejorado incluso más desde El Señor de los Anillos: puedes mirar a cualquier rincón y verás a actores golpeándose, moviéndose o reaccionando, no quietos de pie amenazándose.

En cuanto a las interpretaciones, no puede añadirse nada más que halagos a los actores que recuperan su papel de ESDLA: Ian MacKellen, Ian Holm, Hugo Weaving, Christopher Lee (muy desaprovechado, lo diré las veces que haga falta), etc. Entre los nuevos tenemos a Martin Freeman en el papel de Bilbo Bolsón, que aporta una actuación muy sutil pero efectiva. Transmite muy bien lo que está pensando su personaje, que además es en ocasiones la única forma de entender por qué hace lo que hace.
Los enanos más secundarios (es decir, menos Thorin, Balin y Dwalin) tienen cada uno una personalidad propia que se ha decidido marcar muy fuertemente en su caracterización, pero que (claro, a falta de dos películas más) tampoco ayuda mucho a diferenciarlos. Richard Armitage interpreta a Thorin, el líder enano de la compañía. Hace muy bien su papel de personaje duro y lleva con mucha credibilidad la parte más dramática de su historia. Muy destacable es también el regreso de Andy Serkis como Gollum, todo un despliegue interpretativo (su escena es sin duda la mejor de este Viaje inesperado) y tecnológico; además de que se encargó de dirigir la segunda unidad durante el rodaje, responsable por ejemplo de la inmensa mayoría de travelling aéreos en Nueva Zelanda, y hay unos cuantos.

Como conclusión, es indudablemente una buena película. A nivel subjetivo tengo que aclarar que NO me gustan ni El Señor de los Anillos, ni El Hobbit, aunque he leído ambas obras y he visto las películas. Puede ser que se deba a esto que me ha resultado tortuosamente larga y que tengo muchas dudas respecto a las dos partes que quedan por una simple cuestión de que no queda tanto material. Vamos, que desde mi punto de vista con la segunda parte (La Desolación de Smaug, que se estrenará en diciembre de 2013) ya era más que suficiente, pero ya veremos. Si eres fan de la saga, del universo o quieres más de lo que ya viste en las otras obras de Peter Jackson no lo dudes, pero es posible que la película no cumpla tus expectativas en algunos aspectos debido a que no encuentra un tono en el que se sienta cómoda y a que algunas escenas se han alargado hasta la desesperación.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los hermanos Karamázov - El Gran Inquisidor

After Dark (Reseña)

Misión: Imposible Protocolo Fantasma (Reseña)