La piel que habito (Reseña)
Título: La piel que habito
Año: 2011
Género: Drama
Director: Pedro Almodóvar
Nacionalidad: España
Duración: 117 minutos
En el momento de esta reseña de la última película de Almodóvar, viene precedida de 16 nominaciones a los premios Goya y otra a los Globos de Oro (Que afortunadamente ha ido a parar a 'Nader y Simin: una separación', una película mucho mejor). ¿A qué viene este alboroto?
A su calidad, desde luego que no, pero antes de destripar este despropósito es importante resumir la sinopsis más general. La película se basa en el intento frankensteiano del doctor Robert Ledgard de fabricar una piel sintética con la que podría haber salvado a su mujer, que sufrió quemaduras en todo su cuerpo tras un accidente de coche.
Aunque hubiera sido muy gracioso, Banderas no grita en ningún momento aquello de "¡No soy Fronkonsteen, soy Frankenstein!", de 'El Jovencito Frankenstein' (Mel Brooks), aunque la frase le hubiera pegado perfectamente a la película. Menudo despropósito. No hay por donde coger el argumento, las interpretaciones son horribles y completamente fuera de lugar y, lo peor, es que el director no está convencido de lo que hace.
Intenta volcar el peso de la película en un estilo artístico fuera de lugar y aparenta que es más listo que nosotros, que hay un sentido oculto que no vemos. No, señor, se ha equivocado usted. Usted quería hacer una película con Banderas y utilizar esa casa por algún motivo. Os ejemplifico, yo tengo un cuadro que me gusta mucho, que en sí, como imagen aislada, me sugiere algo, pero en vez de contruir un argumento a su alrededor, cojo lo primero que encuentro por ahí, lo enredo para que se adapte a mi estilo y lo planto aquí, cosa tal que así.
Bárbara es una muchacha mestiza y agraciada que viaja en un bongo entre contrabandistas y salteadores. Cuando iba a ser vendida a un sirio leproso, lleno de lujuria, ella piensa que podría alcanzar la salvación en el joven Asdrúbal, de quien se enamora y espera su amparo...Y ahí lo dejo. El retrato de Sylvia von Harden, por su lado, tiene mucho valor. El argumento de Doña Bárbara, quizás, también lo sea en lo suyo, desde luego funciona, pero junto es un completo desastre.
El estilo visual de Pedro Almodóvar puede gustarte más o menos, pero ha hecho cosas interesantes a lo largo de su carrera (no soy para nada fan de su cine, pero bueno, reconozco que algo habrá). El argumento es horrible, mal escrito y con un una dirección pésima (¿"Volvamos al presente"?) y, sobre todo, no casa con la 'realidáh' que tanto le gusta mostrar a Almodóvar. Vaya, que aquí la cosa se queda en sábanas caras, cuadros caros y tetas. Si eso vale tantas nominaciones, que baje Dios y lo vea.
Banderas va a un lado mientras su personaje dice todo lo contrario, Elena Anaya hace lo que puede (no demasiado) en un personaje horrible y en el que se carga demasiado peso argumental por demasiadas bandas, a Marisa Paredes, una gran actriz, habría que decirla que esto no es 'Cinco horas con Mario', aunque podría estar más tiempo en pantalla, exactamente el que sobra de planos en los que Almodóvar mueve la cámara y hasta las carras del escenario.
Muchas de las críticas positivas, que no consigo entender, halagan lo bien que se maneja en lo surrealista...es que realmente no lo es, no tiene nada que se acerque lo más mínimo a cualquier imagen que puede crear un director como Terry Gilliam, por poner un ejemplo.
El cameo de Concha Buika te despierta por un momento, aunque ni ella consigue despertar un comentario más allá de: "¡Mira, Rita! Qué bien canta esta chica...". Es imposible creerte o meterte lo más mínimo en la película. Sin embargo, le auguro un gran éxito en los Goya, tengo una apuesta hecha a que se lleva mejor vestuario, quienes la hayan visto quizá tengan algo que decir respecto a esto.
Como haría Almodóvar: Menudo pestiño
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