Super 8 (Reseña)

Título: Super 8

Año: 2011

Director: J.J. Abrahams

Nacionalidad: EEUU

Duración: 112 min.

Género: Ciencia ficción, aventuras

He llegado un poquitín tarde (desde verano) al momento en que Super 8 estuvo de actualidad, pero ahora que la he visto tengo que decir que no estoy de acuerdo al 100% con las críticas que recibió la película. Sí, es una historia que ya hemos visto antes y el final es...bueno, ese final, pero sigue siendo tan divertida como recordamos que eran 'E.T.', 'Los Goonies' o 'El secreto de la pirámide'. Pero, ¿Tan feo es el monstruo?

En el verano de 1979, un grupo de jóvenes de un pequeño pueblo de Ohio son testigos de un choque de trenes catastrófico mientras rodaban una película en super 8. Cuando comienzan una serie de desapariciones irregulares y eventos inexplicables, los chicos sospechan que no fue un accidente y su jefe de policía intentará descubrir la verdad.

Es más fácil que Super 8 te guste si eres fan de las películas de Steven Spielberg (productor de esta y casi homenajeado durante todo el metraje), porque tanto el argumento como el estilo beben directamente de su cine. Unos dirán que es un homenaje, otros, una burda copia con la que J.J. Abrahams ha intentado aprovechar el tirón de la nostalgia. Yo digo que es una película muy entretenida y que narra de una forma encantadora la relación entre los chavales. Seguro que todos los que la hemos visto y alguna vez hemos jugado a grabar algo con los amigos nos hemos sentido identificados, y eso si no ha animado a algún espectador a hacerlo, claro.

Los actores son bastante simpáticos, seguramente les veremos en un futuro, y se nota que disfrutan del papel que están interpretando. Mención especial para la chica y el protagonista, que la verdad es que dan ganas de darte una vuelta con ellos por la ciudad (por cierto, ¿a alguien más le ha recordado al Mayne de Stephen King?). El guión les ayuda bastante, historias sentimentaloides obligatorias aparte y les da una personalidad muy definida a cada uno. Odio ser repetitivo, pero...¡Los Goonies!

El estilo artístico, sin embargo, debe más al director que a Spielberg. La paleta de colores está recogida en el poster, y da un efecto muy bonito, la verdad. En concreto, me llamó la atención el color que hay en la escena de la gasolinera, con ese contraste amarillo del letrero luminoso. Y luego está la genial película grabada en Super 8 que aparece al final de los créditos, sería una pena que alguien se la hubiese perdido por salir del cine con prisa. El otro punto importante es el diseño del monstruo, que sí, que se le ve de cerca. No es nada del otro mundo (no pun intended). Al menos no intenta hacer algo raro y falla al estilo Avatar.

La última gran crítica que se ha llevado la película: el final. Ahí sí estoy de acuerdo, es una referencia demasiado clara. Para mí, el verdadero final no es el que brilla más (qué difícil no desvelar nada) sino la imagen del reloj, eso sí me gustó, pero vaya, que podrían haberse trabajado algo mejor.

Poco más se puede decir a estas alturas que no se haya repetido ya hasta la saciedad. Dadle una oportunidad si por cualquier motivo la dejasteis pasar, seguro que os gusta, o, como mínimo, os hace pasar dos horas entretenidas, que no es poco visto lo visto.