Misión: Imposible Protocolo Fantasma (Reseña)
Título: Misión Imposible Protocolo Fantasma
Titulo original: Mission-Impossible Ghost Protocol
Año: 2011
Director: Brad Bird
Género: Acción, espionaje
Duración: 130 minutos
Hace 16 años que empezó la saga de Misión Imposible, con un Tom Cruise de 34 años y dirigida por Brian De Palma. La película, basada en la serie de televisión homónima, es todo un éxito de crítica y público, con ciertas escenas que han sido imitadas en muchas ocasiones y crean una lucrativa saga que se extiende hasta esta, su cuarta entrega. Protocolo Fantasma nos llega 6 años después de Misión Imposible III para reclamar su lugar entre las películas de acción y espionaje, pero, ¿consigue mantener el interés y la calidad de las entregas anteriores?
Los años pasan en balde completamente para Tom Cruise, que se mantiene igual que en aquella primera entrega en 1996, con espectaculares escenas de acción en las que no necesita de un doble, y eso que en esta hay momentos que duele sólo con verlos.
La película se basa en la activación del Protocolo Fantasma, por el que se elimina cualquier rastro y apoyo al FMI tras un ataque terrorista al Kremlim del que se acusa a Ethan Hunt y el resto del equipo. Estos, ahora sin apoyo y en las sombras, tendrán que atrapar al culpable para limpiar su nombre y evitar una catástrofe nuclear capaz de desestabilizar la paz mundial. La primera sensación con la que me he quedado de la película es que se acerca más al estilo 'Bond', tanto en el argumento como en la forma en que se desarrollan las escenas, usando muchos más artilugios de alta tecnología (Product Placement de Apple aparte).
El equipo que protagoniza esta entrega está formado por Ethan Hunt (Tom Cruise, como siempre), que no pierde un ápice de energía y sigue siendo el encargado de las escenas más arriesgadas y espectaculares; Jane Carter (Una preciosa Paula Patton), quien tiene algún asunto pendiente con los malos; y de nuevo Benji Dunn (Simon Pegg), que aporta en la primera parte de la película el punto cómico. Se une al elenco principal Jeremy Renner como analista jefe, que después demuestra tener un papel más importante dentro de la historia. Las interpretaciones son, para decirlo de algún modo, sutiles. Excepto Simon Pegg que por su papel tiene que estar más pendiente de hablar para la cámara, en el resto de escenas son otros personajes los que hablan a los protagonistas o son de acción, con lo que no hay un despliegue interpretativo muy destacable, sobre todo por parte del Sr. Cruise, que tiene, visto de un modo general, menos texto que el resto del elenco. En realidad, las escenas en que se sientan a hablar para hacer los planes o hablar del pasado son las peores, pero luego hablaremos de eso.
Más destacables son algunos de los secundarios, como Josh Holloway, que se desenvuelve sorprendentemente bien en el personaje de espía, y Anil Kapoor, estrella del cine hindú y que aquí tiene un papel ínfimo. Hay un problema con el resto de personajes, sobre todo con los malos, y es que se presenta a uno nuevo sugiriéndo que es muy importante. Más tarde se presenta a otro, que resulta ser más importante que el anterior, que acaba trabajando con otro salido de la nada. Esto dificulta un poco identificar quién es quién (y resulta francamente desconcertante en una escena concreta con una máscara) y da a ciertos personajes como el de Léa Seydoux una importancia que realmente no ves luego por ninguna parte. Bueno, lo de la francesa es algo distinto porque se la involucra emocionalmente con otro personaje de la peli, pero yo al menos habría repartido el texto de otro modo. Más Holloway y menos Renner.
Hay bastantes referencias al resto de películas de la saga, en especial a la primera (última escena) y la serie de televisión de los 60. Vuelve el opening con la BSO aunque en una versión algo rara y una secuencia de imágenes que van a suceder en la película.
Como puedes comprobar sólo con ver el tráiler, el grueso de la película está en las escenas de acción, una grande por cada escenario que se visita. La apertura, en la cárcel te recuerda qué estás viendo y presenta un poco de los cambios (por cierto, genial la inclusión de "Ain't that a kick in the head" de Dean Martin). El Kremlin es el nudo narrativo de la película. Dubai tienen la escena que todo el mundo está esperando ver con la escalada del Burj Khalifa, de lo que hablaremos luego. Y Bombai es el climax, más en el sentido narrativo que en el del significado estricto de la palabra.
Uno de los puntos que merecen un comentario aparte es el del ritmo de la película. Brad Bird es el director de "Los Increíbles", "Ratatouille" y "El gigante de hierro", este es su primer trabajo fuera de la animación y, quizás sea por el cambio de formato, quizás sea un estilo propio, la película tiene un ritmo algo extraño. Las secuencias en las que el peso está en los dialogos se exagera demasiado el respiro entre tortas y tortas, y en vez de actuar como período refractario, te importa bien poco lo que están diciendo. En concreto los diálogos de Jeremy Renner son los más afectados por este problemilla. Tal vez es porque este es un cine de adornos. De chispas, luces brillantes y saltos increíbles, y cuando la cámara no se mueve, esperas más de lo que ya estabas disfrutando. Tom Cruise tiene carisma de sobra para llenar la pantalla (como mínimo haciendo de Ethan Hunt, es innegable que tiene el personaje muy incorporado), Simon Pegg viene de trabajar en proyectos en los que él era la única herramienta con la que podía contar ("Spaced", "Zombies party", "Paul"). Pero tanto Paula Patton como Jeremy Brenner quedan un poco atrás y el problema es que ellos dos llevan todo el peso de la parte emocional del guión.
Sin embargo, al llegar a escenas más de peli de espías, infiltraciones y demás, usa mucho los cortes rápidos y muy pequeños, que a veces confunden un poco. Por ejemplo en la subida al Burj Khalifa hay un resbalón y cuando recupera el equilibrio hay un corte que muestra ya cuando Ethan está por encima del punto desde el que resbaló sin haber mostrado como ha vuelto a escalar esos metros. Sí, claro, son elípsis, no necesitamos que todos los directores sean Tarantino, pero hay formas de hacer lo mismo pero evitando que el espectador lo esté comentando a la salida del cine.
Las peleas, por otro lado, están bien coreografiadas y se ha cuidado de que con la edición se puedan ver todos los movimientos, aunque no se llegue al nivel de Jon Woo
El otro comentario más generalizado por la sala donde se proyectaba la película era lo exagerado de las escenas. Por supuesto que es exagerado, es Misión: Imposible, lo mejor es quitar de tu cabeza cualquier duda acerca de lo que está pasando, que casi siempre es hacia lo que los personajes pueden o no hacer. Para esto se remarca mucho la idea de que son parte del FMI, son los mejores, están entrenados para caer desde un primer piso y punto. En la vida real se hubieran partido el cuello, pero aquí están tan hermosotes.
Sé que este punto es bastante determinante para mucha gente así que seré claro: no, no es realista y su verosimilitud se tambalea por momentos, pero merece la pena verla, sobre todo si te gustó la primera.
En cuanto a la escena del Burj Khalifa, yo tenía bastantes ganas de verla después del bombo que se le ha dado y me encontré con justo lo que me imaginaba. Eso no es malo, pero teníala esperanza de que superara mis espectativas. Aún así, es una escena más para demostrar las cosas tan difíciles que se pueden grabar que tener un sentido argumental muy importante.
El encargado de la música es Michael Giacchino, que desde luego no se ha roto la cabeza. No hay ninguna pista original destacable, pero lo que más me ha molestado es las nuevas versiones que han hecho del tema principal, qué horror, guitarra acústica incluída. Al menos de vez en cuando enmascaran por ahí los cinco acordes clásicos, que siempre quedan muy bien si la escena decae.
Ya han pasado tres semanas del estreno y no se puede negar el éxito a nivel mundial de la película, que ha sido calificada por la productora como "el primer éxito del año" (claro, ellos qué van a decir) y ya ha conseguido superar la recaudación en taquilla de la primera parte, cosa para nada desdeñable teniendo en cuenta que fue la tercera más exitosa de aquel año 1996.
Misión: Imposible Protocolo Fantasma se convierte por méritos propios en una digna sucesora de la primera parte dirigida por Brian De Palma, con escenas de acción espectaculares que la sitúan como una de las mejores opciones actualmente en cartelera. Una película que sales de ver contento, no va a suponer una experiencia irrepetible en tu vida, pero no vas a tener ni un minuto para aburrirte en las dos horas que dura. Ethan Hunt pega un puñetazo sobre la mesa que hace temblar a Skyfall, que ahora estará sujeta a todo tipo de comparaciones con esta. Si es que ahora hasta me cae mejor Tom Cruise.
Más destacables son algunos de los secundarios, como Josh Holloway, que se desenvuelve sorprendentemente bien en el personaje de espía, y Anil Kapoor, estrella del cine hindú y que aquí tiene un papel ínfimo. Hay un problema con el resto de personajes, sobre todo con los malos, y es que se presenta a uno nuevo sugiriéndo que es muy importante. Más tarde se presenta a otro, que resulta ser más importante que el anterior, que acaba trabajando con otro salido de la nada. Esto dificulta un poco identificar quién es quién (y resulta francamente desconcertante en una escena concreta con una máscara) y da a ciertos personajes como el de Léa Seydoux una importancia que realmente no ves luego por ninguna parte. Bueno, lo de la francesa es algo distinto porque se la involucra emocionalmente con otro personaje de la peli, pero yo al menos habría repartido el texto de otro modo. Más Holloway y menos Renner.
Hay bastantes referencias al resto de películas de la saga, en especial a la primera (última escena) y la serie de televisión de los 60. Vuelve el opening con la BSO aunque en una versión algo rara y una secuencia de imágenes que van a suceder en la película.
Como puedes comprobar sólo con ver el tráiler, el grueso de la película está en las escenas de acción, una grande por cada escenario que se visita. La apertura, en la cárcel te recuerda qué estás viendo y presenta un poco de los cambios (por cierto, genial la inclusión de "Ain't that a kick in the head" de Dean Martin). El Kremlin es el nudo narrativo de la película. Dubai tienen la escena que todo el mundo está esperando ver con la escalada del Burj Khalifa, de lo que hablaremos luego. Y Bombai es el climax, más en el sentido narrativo que en el del significado estricto de la palabra.
Uno de los puntos que merecen un comentario aparte es el del ritmo de la película. Brad Bird es el director de "Los Increíbles", "Ratatouille" y "El gigante de hierro", este es su primer trabajo fuera de la animación y, quizás sea por el cambio de formato, quizás sea un estilo propio, la película tiene un ritmo algo extraño. Las secuencias en las que el peso está en los dialogos se exagera demasiado el respiro entre tortas y tortas, y en vez de actuar como período refractario, te importa bien poco lo que están diciendo. En concreto los diálogos de Jeremy Renner son los más afectados por este problemilla. Tal vez es porque este es un cine de adornos. De chispas, luces brillantes y saltos increíbles, y cuando la cámara no se mueve, esperas más de lo que ya estabas disfrutando. Tom Cruise tiene carisma de sobra para llenar la pantalla (como mínimo haciendo de Ethan Hunt, es innegable que tiene el personaje muy incorporado), Simon Pegg viene de trabajar en proyectos en los que él era la única herramienta con la que podía contar ("Spaced", "Zombies party", "Paul"). Pero tanto Paula Patton como Jeremy Brenner quedan un poco atrás y el problema es que ellos dos llevan todo el peso de la parte emocional del guión.
Sin embargo, al llegar a escenas más de peli de espías, infiltraciones y demás, usa mucho los cortes rápidos y muy pequeños, que a veces confunden un poco. Por ejemplo en la subida al Burj Khalifa hay un resbalón y cuando recupera el equilibrio hay un corte que muestra ya cuando Ethan está por encima del punto desde el que resbaló sin haber mostrado como ha vuelto a escalar esos metros. Sí, claro, son elípsis, no necesitamos que todos los directores sean Tarantino, pero hay formas de hacer lo mismo pero evitando que el espectador lo esté comentando a la salida del cine.
Las peleas, por otro lado, están bien coreografiadas y se ha cuidado de que con la edición se puedan ver todos los movimientos, aunque no se llegue al nivel de Jon Woo
El otro comentario más generalizado por la sala donde se proyectaba la película era lo exagerado de las escenas. Por supuesto que es exagerado, es Misión: Imposible, lo mejor es quitar de tu cabeza cualquier duda acerca de lo que está pasando, que casi siempre es hacia lo que los personajes pueden o no hacer. Para esto se remarca mucho la idea de que son parte del FMI, son los mejores, están entrenados para caer desde un primer piso y punto. En la vida real se hubieran partido el cuello, pero aquí están tan hermosotes.
Sé que este punto es bastante determinante para mucha gente así que seré claro: no, no es realista y su verosimilitud se tambalea por momentos, pero merece la pena verla, sobre todo si te gustó la primera.
En cuanto a la escena del Burj Khalifa, yo tenía bastantes ganas de verla después del bombo que se le ha dado y me encontré con justo lo que me imaginaba. Eso no es malo, pero teníala esperanza de que superara mis espectativas. Aún así, es una escena más para demostrar las cosas tan difíciles que se pueden grabar que tener un sentido argumental muy importante.
El encargado de la música es Michael Giacchino, que desde luego no se ha roto la cabeza. No hay ninguna pista original destacable, pero lo que más me ha molestado es las nuevas versiones que han hecho del tema principal, qué horror, guitarra acústica incluída. Al menos de vez en cuando enmascaran por ahí los cinco acordes clásicos, que siempre quedan muy bien si la escena decae.
Ya han pasado tres semanas del estreno y no se puede negar el éxito a nivel mundial de la película, que ha sido calificada por la productora como "el primer éxito del año" (claro, ellos qué van a decir) y ya ha conseguido superar la recaudación en taquilla de la primera parte, cosa para nada desdeñable teniendo en cuenta que fue la tercera más exitosa de aquel año 1996.
Misión: Imposible Protocolo Fantasma se convierte por méritos propios en una digna sucesora de la primera parte dirigida por Brian De Palma, con escenas de acción espectaculares que la sitúan como una de las mejores opciones actualmente en cartelera. Una película que sales de ver contento, no va a suponer una experiencia irrepetible en tu vida, pero no vas a tener ni un minuto para aburrirte en las dos horas que dura. Ethan Hunt pega un puñetazo sobre la mesa que hace temblar a Skyfall, que ahora estará sujeta a todo tipo de comparaciones con esta. Si es que ahora hasta me cae mejor Tom Cruise.
Por cierto, el segundo trailer refleja mejor como es la película. A cambio tiene posibles spoilers si sois avispados, con lo que no os recomiendo que lo veais. Tirón de orejas al equipo de marketing.
Comentarios
Publicar un comentario